4.3.09

Idioma Argentino


Desafiar a Ernesto Sábato
para que descubra el misterio
del amor y ganar el Premio
Nobel como lo hizo Leloir.
Pedirle a Calamaro que le
escriba al dolor, para asi
aliviar tanto perdón.
Pedirle un beso a la hermana
de un amigo por mas que él
tenga problemas conmigo.
Entender que la muerte te
vino a buscar y agradecerle
a Dios que alguien,
siempre te recordará.
Son costumbres necesarias
en la vida diaria.

Son realidades imaginarias

que se pasean como

una alegoría.

Son verdades en el idioma

argentino y son mentiras

en un cuento chino.




Ir a ver un Boca-River,
a La Boca, sin importar
el resultado de la Copa.
Pasearse por Caminito,
sin pensar en lo que
te depare el destino.
Brindar por el presente,
que el pasado quede
olvidado y no pensar
ni un segundo en el futuro.
Cantar a Capella la canción
que más le gusta a ella,
y bailar un tango de Gardel,
mientras llueve en el amanecer.
Homenajear al cuarteto
escuchando a “El Potro”
cordobés y contar la
verdadera historia del "Che"
mientras se come un asado
cada noche de febrero.
Entender que Belgrano y
San Martín no son la misma
persona pero sí la misma
bandera y agradecer que
todavía existe la democracia
en Argentina, por mas que
a la gente le parezca
una simple utopía.
No mentir jamás,
ni siquiera para no ir
a trabajar un lunes,
después de tomar.
Entender que las princesas
no son siempre ciertas, y
que el príncipe no es más
de color azul, sino que juega
al amor.
Son costumbres necesarias
en la vida diaria.

Son realidades imaginarias

que se pasean como

una alegoría.

Son verdades en el idioma

argentino, y son mentiras

en un cuento chino.




Leer el Martín Fierro, aunque
para muchos sea un infierno.
Escribir como Borges, o hacer
el intento al menos.
Reírse nuevamente con
el viejo Olmedo y
con el Tato Bores,
por más que sea jueves
de estreno.
Aplaudir de pie al doctor
Favaloro, y encender el
motor del auto cada vez
que se cumple un año más
por la muerte de Fangio.
Salir un viernes a la noche
con los amigos y un sábado
con los enemigos.
Recordar el mundial del 78.
Gritar el gol de Maradona
a los ingleses como si fuera
la primera vez, cuando
lo pasan otra vez;
y llorar por el penal del 90.
Entender que el número 10
está en extinción y que no
hay sensación como ver
a tu equipo campeón.
Son costumbres necesarias
en la vida diaria.

Son realidades imaginarias

que se pasean como

una alegoría.

Son verdades en el idioma

argentino, y son mentiras

en un cuento chino.





Daniel E. V.
“Poner en Palabras un Sentimiento que Permite Entender a los Propios Sentimientos”