29.1.09

Mayo del 92


Era Mayo del 92 cuando
te invite un trago
para que olvidaras
tu peor pasado.
Brindamos esa misma
noche con un Pommery
y ya queríamos un altar
para confirmar nuestro andar.
Los meses pasaron
y nuestros sentimientos
cambiaron.
Los años pasaron
y nuestros sueños
se marcharon.
El tiempo se olvidó
de nuestro amor
y convirtió nuestros
minutos en dolor.
Ya era tarde para
salir a buscarte
por todas partes.
De nada sirve escribirte
una canción, o poesía,
como quieras vos.
Ya era tarde para hablar
de amor, de nuestro amor.
Ya era tarde para un adiós
con honor, por un futuro
mejor para los dos.
Ya era tarde, demasiado tarde,
para que entiendas mi error,
mi estúpido error.
Ya era tarde para hacer el amor
como en mayo del 92.
Si la culpa fue mía te pido
que te des vuelta y
me dejes con la intriga
de lo que pasó
la noche anterior.
Si la culpa fue tuya
no me des la razón,
ni me pidas perdón,
sólo déjame el recuerdo
de mayo del 92.
Es mejor que digamos
la verdad con sinceridad
y sigamos siendo amigos,
o al menos esa es mi verdad.

Daniel E. V.
“Poner en Palabras un Sentimiento que Permite Entender a los Propios Sentimientos”

26.1.09

De regreso en la ciudad


Desde que surgió la idea de pasar una semana acompañado de dos amigos, en la costa, me propuse el siguiente objetivo a cumplir allá: Cambiar. Sí, es tiempo de eso, y no cambiar por fuera ya que eso lo realiza el destino en sociedad con el tiempo, sino cambiar por dentro. Madurar internamente. Ver los distintos momentos de la vida de otra manera, porque de eso se trata cambiar.
Por primera vez me senté frente al mar a escribir palabras, palabras que jamás había escrito, palabras que necesitan de otra persona para ser frases. Y mientras amanecía en la playa, dibujé un beso con mis labios en tu boca, o eso imaginé. Creí tenerlo todo, creí saberlo todo, pero de nada sirve mentirse a uno mismo y para evitar eso tenía (y quería) cambiar. Tal vez me ayudó a confirmar mi plan, el comportamiento estúpido mío al verte de casualidad bailando en Miramar. Sin embargo, todavía pienso en que el 2009 será un año de cambios.
Con ellos, que les agradezco por haberme acompañado, hubo más risas que ilógicas bebidas alcohólicas. Con ella, que le pido al destino por favor volver a verla, hubo más “sentimientos escritos” (a través de una birome y unas hojas) que palabras dichas al oído sin pensar.
Anoche el insomnio me permitió entender que tomé la decisión correcta y que todo es para mejor. Además no soy ningún perdedor por querer cambiar. Pero, ¿regresé a la ciudad siendo otro? No quiero ser optimista, no quiero ser generoso, pero mi conciencia me dice que el objetivo está cumplido.

Daniel E. V.
“Poner en Palabras un Sentimiento que Permite Entender a los Propios Sentimientos”

17.1.09

Hasta la vuelta...

Mis sentimientos escritos y yo, nos vamos a la costa mañana.

Es tiempo de cambiar de aire, es tiempo de comentarle al mar mis penas que me invaden, es tiempo de saber que tiene de nuevo el verano 2009, es tiempo de ver como nos trata la playa en este momento de mi vida.



Trataré de aprovechar esta ausencia para averiguar, o jugar a adivinar, que anda pasando en mi interior. Si en verdad soy yo, o no. Si en verdad es ella, o no. Si en verdad ya me olvidé, o todo comienza de nuevo una vez más.


Tal vez: dejando atrás lo malo, hoy empiezo un camino extraño. Pero no creo, todavía no descubrí lo malo, así que no hay nada que empezar, por lo menos, hasta nuevo aviso de parte de mi corazón.


Por último, siempre dije que “la vida es lo que uno sueña y la muerte es lo que uno imagina”. Soñar estoy a tiempo, y sin duda sueño por un mañana mejor para todos.


Imaginar, imaginar es una palabra con muchos significados para mi diccionario, así que mejor no entro en detalles.


Veré si el mar me ayuda a buscar la definición perfecta para tan poca certeza.

Hasta la vuelta… hasta la vuelta de mis sentimientos escritos.


Daniel E. V.
“Poner en Palabras un Sentimiento que Permite Entender a los Propios Sentimientos”

15.1.09

Carta a una Princesa

Querida Princesa:
No hace falta decirlo: el mundo cambió por su presencia, ya nada es igual.
Los ángeles le preguntan a Dios si usted es dueña de la belleza que ellos perdieron entre tantos cielos. También, el amor se amigó del dolor para hacerle frente a tan hermosa inspiración.
Y aquí me encuentro yo, escribiéndole a tanta belleza.
Quiero que sepa que yo de usted me he enamorado, y si sorprendida está, debe saber que usted no sólo una princesa es.
Tal vez no sea lo mejor escribirlo por carta, pero sólo es una carta de amor.
Sé que usted, feliz en su reino está, y que no está dispuesta a conocer otro mundo, el mundo del dulce amor. Aquel amor que siento yo por usted desde aquel día que la vi cuando caminaba por su palacio. Y si la muerte espera a la vida tanto tiempo, ¿por qué yo no la puedo esperar a usted?
Princesa, dulce princesa, la quiero invitar a mi reino.
No tenga miedo, sólo cierre los ojos y verá como el amor que siento, pronto usted también lo sentirá.
Será difícil para usted abandonar su reino, pero aquí la pasará mejor porque sólo existe el amor, el dulce amor.
Cuando esto suceda, vera usted que el mundo cambió.
Y el amor que perdieron otros ayer, lo inventaremos nuevamente mañana en homenaje al corazón.
Sólo le pido una oportunidad y verá como el mundo cambiará, sólo le pido una oportunidad y verá que a usted no la defraudaré.
Y si nada de esto alcanza, si en mi reino no es feliz, o, simplemente si mi amor no convence a su corazón, yo le construiré un puente y volverá a su reino la mañana siguiente.


Daniel E. V.
“Poner en Palabras un Sentimiento que Permite Entender a los Propios Sentimientos”

13.1.09

Ya No

Es tarde en Pinamar,
salgamos a caminar.
Me quiero olvidar
de un viejo amor
así que dejame
la botella de ron.
Ya no soy el actor
consagrado de tu novela
ni aspiro a un Oscar del amor.
Ya no te leo cuentos
ni te escribo versos,
recuerdo que te dije
en el último adiós
del domingo anterior
mientras escuchabas
“Ok Perdón” del Salmón.
Ya no pienso en darte
otra oportunidad,
sólo pienso en la realidad
que no será, ni siquiera, amistad.
Ya no se en donde estás
ya no se si volverás,
ya no se que harás.
Sólo se que no fuiste amor
sino que fuiste algo más
para mi corazón.


Daniel E. V.
“Poner en Palabras un Sentimiento que Permite Entender a los Propios Sentimientos”