19.5.10

Cuando el sueño se convierte en realidad

El grito de los hinchas de Argentinos se transforma en el cielo en un canto unísono: “Dale campeón, dale campeón…” El equipo de La Paternal, conducido con sabiduría por Claudio Borghi festejó nuevamente un título después de 25 años. La historia del “Bicho”, aquel equipo que hacía menos de un año terminaba último en el Clausura 2009.

Por Daniel Vico para DBAnoticias.com.

Los sueños siempre son sueños hasta que un día se convierten en realidad. A veces suceden, aunque lleve mucho tiempo, inclusive años, 25 años, o un cuarto de siglo, llámelo como quiera.

Un equipo de fútbol ha tardado exactamente 25 años en transformar su sueño en realidad. Siempre con una persona como arquitecto de ese sueño, como “soñador”, Claudio “Bichi” Borghi, ya sea dentro de la cancha como en aquel Nacional 1985, o siendo entrenador como en este Clausura 2010. Ese equipo de fútbol tiene nombre y apellido: Argentinos Juniors.

Los hinchas del “Bicho” que colmaron el estadio de Huracán, bautizado Tomás Adolfo Ducó, no lo pueden creer. El árbitro Saúl Laverni finalizó el partido y el equipo visitante se impuso frente al conjunto de Parque Patricios por 2-1, con goles de Juan Mercier y Facundo Coria. El tanto de Alan Sánchez para el “Globo” solo servirá para la estadística. No hizo falta esperar la terminación del partido entre Colón y Estudiantes, en Santa Fe. “Argentinos Juniors campeón” se leía en todos los canales deportivos y no deportivos.

Y pensar que hace casi un año, más precisamente el 2 de junio de 2009, Claudio Borghi asumía como director técnico de Argentinos Juniors, en reemplazo de Claudio Vivas, tres fechas antes de que terminara el torneo Clausura de ese año. Por ese entonces, el “Bicho” se encontraba en la última posición, y finalmente terminaría el certamen en el fondo de la tabla con 15 unidades.

En julio del año en cuestión, arribaron a La Paternal jugadores con bajo perfil. Coria, a préstamo de Vélez, llegó con la intención de adueñarse del mediocampo y ser ofensivo a la vez, e inclusive improvisar ser un “delantero mentiroso” como lo llaman en el potrero. Federico Domínguez se sumaba con el objetivo de recorrer el carril izquierdo. Gustavo Oberman regresaba al club de sus amores. Por último, Ismael Sosa, marchó de Independiente y a fuerza de goles, se ganó un lugar en el equipo titular y acalló las críticas que provenían de Avellaneda.

El segundo semestre del 2009 fue bueno para el “Bicho” ya que sumó en el torneo Apertura 32 puntos y apenas tres derrotas. Terminó en el sexto lugar. El trabajo de Claudio Borghi comenzaba a verse dentro de la cancha.

En enero, el entrenador tuvo la ardua tarea de convencer a José Luis Calderón de que no se retirara después de un frustrado Mundial de Clubes y de que terminara su carrera en Argentinos Juniors: “Usted no puede retirarse así”. Y fue el mismo Calderón quien al llegar al club les dijo a sus compañeros: “Vengo para salir campeón”, como si fuera “pitoniso”, pero eso es otro capítulo.

Además, Borghi incorporó al plantel a los arqueros Luis Ojeda y al chileno Nicolás Peric. No solo eso, sino que el “Bichi” le dio continuidad a Facundo Coria y a Santiago Gentiletti, quien se convirtió rápidamente en el central zurdo. Sin embargo no todo fue alegría para el entrenador, ya que tuvo que soportar las partidas de Gabriel Hauche (a Racing) y Sebastián Torrico (a Godoy Cruz).

Con aquella receta básica de que el fútbol lindo no solo lo es por abajo sino también por arriba y con la experiencia en vueltas olímpicas de solo tres jugadores: Federico Domínguez, José Luis Calderón y Santiago Raymonda, Borghi persuadió a sus dirigidos de que el sueño de salir campeón era posible, y los futbolistas así lo entendieron.

Las claves de un campeón suelen ser desde su técnico hasta sus jugadores. Son muchos los futbolistas a destacar. La labor de Ismael Sosa, se debe resaltar ya que siempre rindió dentro del campo de juego con goles. Nicolás Pavlovich, es un jugador por el que Borghi apostó desde un principio, al igual que Calderón. Néstor Ortigoza y Juan Mercier, dos jugadores de selección que en el mediocampo se entienden como Batman y Robin en plena historieta. Y ya que empezamos de adelante para atrás, fue gran trabajo el de los defensores, como Matías Caruzzo y Santiago Gentiletti, dos centrales que se afianzaron a lo largo del campeonato. Por último, los arqueros, Peric y Ojeda, que demostraron estar a la altura de las circunstancias.

Un párrafo aparte se merece la tarea del director técnico, soñador de este triunfo, diseñador del desafío, Claudio Borghi. A base de humildad y solidaridad, el “Bichi” logró imponer “su” fútbol en el equipo de La Paternal, desdramatizó este deporte a un simple juego y le transmitió un mensaje claro a los jugadores, tan claro como lo que dijo al obtener el título: “Vinimos a pelear el descenso… Pero bueno, hoy somos campeones”. ¿Nacerá el Borghismo?

Después de un breve viaje por el pasado más reciente de Argentinos Juniors, volvemos al Tomás Ducó y observamos a los flamantes campeones. Algunos corriendo por distintos sectores del césped. Otros, arriba del travesaño estirando sus brazos como si quisieran formar parte de la tribuna visitante. El resto, entre ellos Claudio Borghi, caminan con cierta felicidad en sus rostros, pisan fuerte y les sorprende entender que su sueño… su sueño ya es realidad.


Los números del Campeón:

41 Puntos.
12 Triunfos. 5 Empates. 2 Derrotas.
35 Goles a favor. 23 Goles en contra.

3 Son los títulos locales de Argentinos Juniors. Al Metropolitano 1984, se le suma el ya mencionado Nacional 1985.

Los goleadores del Campeón:

Ismael Sosa con 9 anotaciones. Nicolás Pavlovich con 6 goles.
Entre ambos, convirtieron el 45% de los tantos realizados por el equipo.
Finalmente, tres jugadores aparecen con 3 conquistas: el delantero José Luis Calderón y los mediocampistas Néstor Ortigoza (dos de penal) y Facundo Coria.

El “Bicho” ahora quiere picar a América

Argentinos Juniors ya tiene su cruce para la Copa Sudamericana que comenzará el 4 de agosto, será contra Independiente. El club de Avellaneda cerrará la serie en La Paternal.
También, con la obtención del Clausura 2010, el “Bicho” sacó pasaje para jugar la Copa Libertadores del 2011. Sueñe Argentinos, sueñe, que los sueños tarde o temprano se hacen realidad.