4.7.11

El compromiso periodístico sin límites

Obtener una información privilegiada, novedosa y de máximo interés para el público es fundamental para el periodista. Pero debemos preguntarnos si vale cualquier método para lograr este tipo de noticias.

Por Daniel Vico.

“Creo que la formación de los periodistas no ha logrado evolucionar a la misma velocidad que los instrumentos del oficio, y que estos profesionales se han quedado buscando a tientas el camino en el laberinto de una tecnocracia disparada sin control hacia el futuro”, escribió alguna vez Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura.

La Real Academia Española (RAE) define a la información, como la “comunicación o adquisición de conocimientos que permiten ampliar o precisar los que se poseen sobre una materia determinada”. La profesión del periodista consiste en conquistar información y brindarle al público la misma, es decir, actúa como un mediador entre la gente y la realidad. Sin embargo, ¿hasta dónde puede llegar un periodista para obtener una primicia informativa que le permita llevar adelante su nota periodística? ¿Forman parte las cámaras ocultas de la ética periodística?

Según Herbert Gans, sociólogo y profesor emérito de la Columbia University, “la fuente de información es la persona o grupo de personas que el periodista observa o entrevista y que le proporcionan las informaciones de base o los apuntes para una noticia”. De acuerdo a la fuente periodista, Ignacio Girón, periodista político social del programa televisivo “La Cornisa”, asegura: "A un periodista no le interesa de donde sacó su fuente la información. No le corresponde al periodista el lugar del que se filtra el dato que le concede su fuente. El periodista confía en su fuente". De ahí se llega a la conclusión, que el ejercicio del periodismo consiste en un acuerdo tácito entre el periodista, el medio, los lectores y las fuentes.

En el caso Watergate, que culminó con la dimisión del por entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon en 1974, hubo personas que se infiltraron, precisamente, en el hotel Watergate (de Washington), y a partir de entonces se logro obtener información importantísima. Utilizando este caso como ejemplo, Girón agrega: "Al periodista no le importa si se infiltraron o no, le interesa esclarecer el caso, nada más".

En relación a las formas de obtener información se plantean diferentes problemas éticos. Uno de ellos es la mentira, engañar a la fuente para que continúe brindándole información al periodista, como también la utilización de cámaras escondidas, o bien llamadas, ocultas.

Desde el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) consideran que debe haber límites en el ejercicio del periodismo mediante la “autorregulación ética del periodismo”, como la llaman desde dicha entidad. ¿Qué es? El director ejecutivo de FOPEA, Andrés D´Alessandro explica: “Permite de alguna manera a los periodistas conocer cuáles son esos límites y saber hasta dónde o no llegar para obtener una primicia. Y eso va desde no pagar o no cobrar dinero para publicar información a que el periodista se identifique como tal y pasando por todos los otros preceptos que figuran en nuestro propio código de ética, que fue elaborado por periodistas de todo el país”.

El avance de la tecnología ha evolucionado de tal manera que ya suele ser moneda corriente en el periodismo el uso de cámaras ocultas, con el único objetivo de acceder a ciertos datos que de otra manera serían imposibles conseguir. Las cámaras ocultas en el ámbito del periodismo de investigación, han sido utilizadas para desenmascarar a autores de hechos ilegales pero, ¿cuándo éstas atentan contra la intimidad de los involucrados?

"La única justificación para meterse en la vida privada de alguien es, si esta privacidad, esta relacionada a algo que es interés común para la sociedad. Si el personaje hace algo que afecta a la población en su conjunto, esta bien que el periodista se entrometa en su ámbito privado", afirma Ignacio Girón.

Recordado es el caso del prostíbulo “Spartacus” que involucró al juez federal Norberto Oyarbide, quien fue filmado con una cámara oculta, teniendo relaciones sexuales con un hombre, en mayo de 1998. En este caso, Girón considera que "las acciones de esta persona no son de interés común por lo cual el periodismo no tiene por que meterse en el medio".

Con respecto a la utilización de estas cámaras, el joven periodista considera que "no es legitimo meterse en la intimidad de una persona, haciendo la salvedad de las cámaras ocultas. Al ser bien utilizadas, "pueden ser un método para aclarar o echar luz a una situación. Siempre que sea, un tema de interés público, es legitimo meterse a investigar", concluye Ignacio Girón.

Gerardo Prat, periodista y locutor nacional, en su artículo "Límites éticos y legales de la investigación con cámara oculta" sostiene: "Hay un efecto de la cámara escondida, independiente de la intención del periodista: es la condena social. Pero para que haya condena debe haber un juez. Claro que como no se trata de una condena legal sino social, la función del juez debe pasar por lo mediático. Así la investigación con cámara oculta que aparece con una gran aceptación por parte de la audiencia sirve para vestir al periodista de juez. Comienza a generarse la respuesta a una sociedad que necesita condenar y para condenar hay que tener pruebas, pues bien, la visualización del delito, el hecho de ser el espectador testigo ocular, convierte a los noticieros que ponen cada vez más énfasis en este recurso, en virtuales tribunales audiovisuales".

Por su parte, Javier Darío Restrepo, director del Consultorio Ético de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano asegura: “El periodista investigativo busca la verdad porque no soporta que a los receptores de su información los engañen o les oculten la verdad. El periodista entiende que sin verdad las personas y la sociedad están incompletas y vulnerables. Esa actitud no deja espacio ni justificación para ninguna clase de mentira, como el engaño sobre la propia identidad, o las falsedades para obtener un dato, un documento o una imagen que pueden revelar una verdad, pero no la autoridad moral para hacerla creíble”.

Ya lo dijo Gabriel García Márquez, "el único consuelo que nos queda es suponer que muchas de estas transgresiones éticas, y otras tantas que avergüenzan al periodismo de hoy, no son siempre por inmoralidad sino por falta de dominio profesional".

Las redes sociales como medio de información

En los últimos años, las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter, han tomado gran relevancia y difusión en los medios. Ya no resulta extraño que cada programa de televisión o de radio, tenga su cuenta en Twitter, o bien, su página en Facebook para poder comunicarse con sus televidentes u oyentes, según corresponda.

En los medios gráficos más conocidos del país, como son Clarín y La Nación, debajo de la firma de los periodistas encargados de realizar las columnas de opinión, también se adjuntan sus cuentas de Twitter. Inclusive Clarín, en su última pagina de la edición de papel, publica diariamente los tweets más llamativos de la jornada anterior.

Por su parte, La Nación Revista en su última edición le dedica la nota de tapa al fenómeno Twitter y la repercusión en la vida de los famosos.

Las redes sociales son una fuente de información más, muchas veces favorecidas por la velocidad, el tiempo real y la extensión limitada de los mensajes. Y hay que tomarlas exactamente con la misma seriedad que se toman a otras fuentes, contrastarlas, chequearlas como se hace con esas otras fuentes”, asegura Andrés D´Alessandro, director ejecutivo del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).

Muchos de los principales personajes mediáticos del país se comunican, especialmente con su público, utilizando las redes sociales. Al respecto, el conductor de FOPEA, afirma que “hoy en día Twitter y Facebook son fuente ineludible porque la mayoría de los protagonistas directos de las noticias están allí”.

Falseamiento de datos para lograr una noticia predilecta

Con respecto al falseamiento de datos por parte del periodista para obtener una determinada información privilegiada, Andrés D´Alessandro sostiene: “El uso de procedimientos no convencionales para lograr datos u obtener testimonios puede ser considerado sólo cuando se viera involucrado un bien o valor público. Nunca debe afectarse con ese fin la intimidad de las personas”.

Por último, el director de FOPEA concluye: “Los métodos para obtener información merecen ser conocidos por el público y nunca debe afectarse con ese fin la intimidad de las personas”.

Ya lo dijo Gabriel García Márquez, "el único consuelo que nos queda es suponer que muchas de estas transgresiones éticas, y otras tantas que avergüenzan al periodismo de hoy, no son siempre por inmoralidad sino por falta de dominio profesional".

Cámaras ocultas “escandalosas”

Desde la aparición de las cámaras ocultas en la televisión Argentina, se han visto diferentes investigaciones periodísticas que concluyeron con final escandaloso. Las siguientes son solo, algunas de ellas:

1) La “Doctora Rímolo”: cámara oculta de Telenoche Investiga, de octubre del 2001. La misma incriminaba a Giselle Rímolo (en ese entonces pareja de Silvio Soldán) por aconsejar a pacientes, que deseaban bajar de peso, con medicamentos aparentemente naturales, pero en realidad contenían diuréticos. El informe dejó al descubierto que Rímolo no era médica y que las sustancias que recetaba eran perjudiciales para la salud.

2) Yo, Grassi: cámara oculta de Telenoche Investiga, de octubre del 2002. En el informe, se lo acusaba al cura Julio César Grassi, director en ese entonces de la Fundación Felices los Niños, de haber abusado sexualmente de tres chicos, en ese momento menores de edad.

3) El Cirujano.Doc: cámara oculta de Punto Doc, de octubre del 2004. En el informe se lo acusaba al doctor Alberto Ferriols, en ese momento esposo de la vedette Beatriz Salomón, de mala praxis y dudosas condiciones de prácticas quirúrgicas. También se reprodujeron imágenes, tomadas con una cámara oculta, en donde se lo mostraba teniendo relaciones sexuales con una travesti, clienta suya, a cambio de un descuento en las prácticas quirúrgicas.