Por Daniel Vico para El otro, el mismo.
Si bien cientos de jóvenes ya
pasaron por esta entidad de bien público, y otros siguen siendo parte, desde
Discar aseguran: “Actualmente en los
talleres tenemos 100 alumnos aproximadamente, y hay unos
180 jóvenes que se encuentran empleados a través del programa de
empleo con apoyo que desarrollamos”.
La
Fundación Discar contó con ayuda dada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires para comprar su nueva sede en la calle Aguilar, así como también de la
Secretaria de Deportes del Gobierno Nacional en el otorgamiento de un subsidio
para el taller de fútbol, propio de la entidad.
Para
formar parte de los talleres de Discar, la persona interesada debe asistir a
una entrevista de admisión. “La misma tiene como objetivos: conocer al/la
joven, su familia, sus intereses e inquietudes, hacer una evaluación en
conjunto; y por último, elegir y decidir, de manera asesorada, la
estrategia de inclusión más adecuada para cada caso en particular”, afirman
desde la fundación.
Por último, Victoria Shocrón explica, en la web de
la fundación, la importancia de los talleres y cursos: “Entre ellos mismos
aprenden el no poder del otro y saben que su dificultad también será
respetada. También la aceptación de nuestras limitaciones es un camino hacia el
crecimiento. Es un lugar para educar la mirada para ayudar a crecer”.