15.1.09

Carta a una Princesa

Querida Princesa:
No hace falta decirlo: el mundo cambió por su presencia, ya nada es igual.
Los ángeles le preguntan a Dios si usted es dueña de la belleza que ellos perdieron entre tantos cielos. También, el amor se amigó del dolor para hacerle frente a tan hermosa inspiración.
Y aquí me encuentro yo, escribiéndole a tanta belleza.
Quiero que sepa que yo de usted me he enamorado, y si sorprendida está, debe saber que usted no sólo una princesa es.
Tal vez no sea lo mejor escribirlo por carta, pero sólo es una carta de amor.
Sé que usted, feliz en su reino está, y que no está dispuesta a conocer otro mundo, el mundo del dulce amor. Aquel amor que siento yo por usted desde aquel día que la vi cuando caminaba por su palacio. Y si la muerte espera a la vida tanto tiempo, ¿por qué yo no la puedo esperar a usted?
Princesa, dulce princesa, la quiero invitar a mi reino.
No tenga miedo, sólo cierre los ojos y verá como el amor que siento, pronto usted también lo sentirá.
Será difícil para usted abandonar su reino, pero aquí la pasará mejor porque sólo existe el amor, el dulce amor.
Cuando esto suceda, vera usted que el mundo cambió.
Y el amor que perdieron otros ayer, lo inventaremos nuevamente mañana en homenaje al corazón.
Sólo le pido una oportunidad y verá como el mundo cambiará, sólo le pido una oportunidad y verá que a usted no la defraudaré.
Y si nada de esto alcanza, si en mi reino no es feliz, o, simplemente si mi amor no convence a su corazón, yo le construiré un puente y volverá a su reino la mañana siguiente.


Daniel E. V.
“Poner en Palabras un Sentimiento que Permite Entender a los Propios Sentimientos”