1.8.10

El peor castigo público

Los futbolistas de Corea del Norte, que participaron del mundial, permanecieron de pie durante seis horas recibiendo insultos de 400 fanáticos en el Palacio de la Cultura Popular, por acabar últimos en Sudáfrica 2010. El director técnico realizó trabajos forzados en una obra en construcción.

Por Daniel Vico para DBAnoticias.com.

El palco del Palacio de la Cultura Popular de Pyongyang, luce muy bien decorado. Sobre el mismo se encuentran los futbolistas de la selección de Corea del Norte, participantes de Sudáfrica 2010. Los jugadores están en posición de “firmes”, y así debieron permanecer durante seis horas. Tiempo necesario para que 400 fanáticos insultaran a su selección por terminar últimos en el reciente mundial de fútbol.

Peor fue la suerte del entrenador norcoreano, Kim Jong-Hun, a quien enviaron a realizar trabajos forzados en una obra edilicia, también de la capital, Pyongyang. Los únicos jugadores que se salvaron de tan humillante condena fueron Jong Tae-Se, estrella del equipo y An Yong-Hak, que fueron directo a Japón, donde juegan.

La pena psicológica máxima, o el peor castigo público, fue impuesto por “haber traicionado la confianza” del Jefe de Estado Kim Jong-II, quien esperaba que sus futbolistas llegaran hasta los cuartos de final.

Corea del Norte, en Sudáfrica 2010, compartió el grupo G junto a Costa de Marfil, Brasil y Portugal. La selección norcoreana, metió primera en la competición con una digna derrota por 2-1 frente al combinado de Dunga. Luego, sufrió un duro 3-0 contra Drogba y compañía. Finalmente, cerraron su participación en el evento mundial con un catastrófico 7-0 frente a Portugal, partido que fue transmitido en vivo por TV para todo el país asiático. El nocaut ya era definitivo y la ira del “amado líder” Kim Jong-II también.

El plantel norcoreano, más allá de los resultados futbolísticos, no tuvo una buena estadía en el continente africano. Los entrenamientos fueron siempre a puertas cerradas, los jugadores no podían dar entrevistas, e inclusive usted recordará la supuesta fuga de futbolistas de la concentración, con un claro objetivo: no volver a su país, como si predijeran su destino, o mejor dicho, su castigo.

La reciente, fue la segunda participación de Corea del Norte en un mundial de fútbol. La primera, había sido en Inglaterra 1966. En ese entonces, los norcoreanos, en cuartos de final, lograron tener una ventaja de tres goles sobre su rival, Portugal. Pero la magia futbolística de Eusebio revirtió la situación y mando a los asiáticos de vuelta a su casa. De regreso a su país, los futbolistas no fueron recibidos como héroes, sino que fueron deportados a los campos de trabajos forzados por la derrota. Pak Do Ik, por ataque de gastritis se quedó en el hotel y no fue sancionado como sus compañeros. ¿Sabe quién tomo estas medidas en 1966? Kim II-Sung, padre del actual mandatario Kim Jong II. El castigo por la derrota en el futbol, viene de familia.