Con la fantasía como
estandarte,
se sentó a su lado a mirar el atardecer.
El sol les quedaba bien por más
que el verano hoy no estaba de su lado.
El viejo muelle donde se conocieron
y supieron quererse no era el mismo
pero mirando el mar recordaron el
primer beso para no sentirse presos
del infierno.
Lo mejor de mí nunca te lo di
ya sabes que no me gusta
verte reír pero es lo mejor
para hacerte entender todo
lo que sos en mi simple corazón.
Y si aun no me ves y si no me comprendes,
no le des importancia al resto que entre
los dos formamos un simple cuento.
A vos el papel de princesa te queda
perfecta, yo prefiero ser el malvado
para debes en cuando hacerte un
poco de daño.
Cuando comenzó a llover
se abrazaron para intentar
detener el tiempo tan solo
un momento.
Las lágrimas se confundían
con las gotas de la lluvia, solo
les quedaba mirar el mar
para volverse a enamorar.
En mi alma siempre habrá
un lugar para vos, no me
importa donde este tu amor,
solo se que me encontrará,
para bien o para mal pero
me encontrará.
A vos el papel de princesa te queda
perfecta, yo prefiero ser el malvado
para de vez en cuando hacerte un
poco de daño.
Se nota que no le hicimos caso al corazón
y que mi razón dominó tu triste dolor,
no me importa qué dirá tu conciencia
pero hasta acá llegó mi paciencia.
Después de semejante
confesión no hubo tiempo
para el perdón y el adiós
fue suficiente para escribir
esta canción en homenaje
a un muelle y un amor.
Daniel E. V.
“Poner en Palabras un Sentimiento que Permite Entender a los Propios
Sentimientos”
